12 diciembre 2022

Un anime me despertó.

ErasedDefinir el momento en el que cambia una vida puede ser tan sencillo como complicado. Si ha ocurrido un evento importante, está claro, pero, si no ha sido así, es difícil determinar el momento, ya que, normalmente, los cambios en tu propia historia se van dando paulatina y silenciosamente, de una manera en la que, de pronto, un día te paras a pensar y no eres capaz de recordar cómo eras antes.

Yo era un chico con muchas cosas en la cabeza, pero sin un destino definido. Sin embargo, sabía que había cosas que sucederían: Acabaría mis estudios, conseguiría un primer trabajo, tendría novia, mujer y, finalmente, una familia completa. Ésas son las cosas que sabía, con la certeza de quien sabe que mañana no se va a tropezar en la calle. Sin embargo, otras cosas se fueron perdiendo por el camino.

Spy x Family
Yo quería escribir, quería seguir practicando mi deporte, quería aprender japonés... También hubo una época en la que quería ser Goku, deportista olímpico o actor de voz. Al pasar de los 35 años no había logrado ninguna de ellas; ni siquiera me teñí de rubio, por si ayudaba. No es que no lo consiguiera, es que no lo intenté. Lo fui olvidando y perdí la chispa que me hacía ser como era.

Mi coche se estropeó, otra vez, y tuve que empezar a ir a mi trabajo en transporte público: Una hora y media, si no dos, de trayecto. Debido a esto, comencé a ver películas y series en mi móvil hasta que un día mi yo de hace tantos años despertó sin previo aviso y caí en que hacía mucho tiempo que no veía anime. Enseguida encontré algo que ver, otra película, otra serie... Y llegó el día del cambio, el día en que vi ReLife.

ReLife
Puede que no fuera la serie en sí sino lo que me hizo recordar o puede que fuera un acúmulo de todo lo que había estado viendo anteriormente, pero me planteé la pregunta: ¿Aceptaría volver a vivir un último año de instituto? Respuesta: No.

¿Pensabas que iba a decir "sí"? Diez años antes lo habría hecho, pero no, cuando ya tenía mi familia. ¿Para qué? En realidad, tenía todo lo que había querido. Sólo faltaba el aderezo y por eso no iba a renunciar a lo más importante. Pero me dije "bien, puede que no volvieras, pero quizá haya algo que puedas hacer al respecto". Y así fue cómo me enganché al anime, comencé a aprender japonés y volví a escribir.

Shiroi Suna no Aquatope
Ya tengo en mi poder algún certificado sobre mis conocimientos de japonés, no muchos, pero ahí están, y hace dos meses terminé mi primera novela, Tortugas Marinas, que aún no está publicada, pero acabará en las tiendas, ya lo verás.

¿Podré convertirme en Goku o en Sailor Tierra (estos niños...)? ¿Seguiré escribiendo todo lo que pasa por mi cabeza? ¿Llegará algún momento en el que no haya más anime que quiera ver? En este blog lo descubriremos mientras hablo de mis textos y de anime desde la perspectiva de un chaval de 40 años con muchas ganas de... Revivir.

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